Para muchas personas, lo que comienza como un consumo casual lleva a desarrollar una adicción. Ésta puede tener consecuencias graves y a largo plazo que incluyen problemas de salud física y mental, de relaciones interpersonales, de empleo y con la ley.
La persona que sufre de drogadicción requiere ayuda médica, de su familia, amigos o grupos de apoyo o un programa de tratamiento estructurado para superar la adicción y mantenerse libre de consumo.
La mayoría de las adicciones parte con un consumo casual o social de la droga. Para algunas personas, el consumo de drogas se transforma en un hábito que se vuelve cada vez más frecuente. A medida que pasa el tiempo requieren dosis más grandes para lograr el efecto deseado y pronto necesitan la droga simplemente para sentirse bien, volviéndose cada vez más difícil estar sin consumir. Suspender el consumo provoca una necesidad imperiosa de consumir (craving) e intenso malestar físico (síndrome de abstinencia).
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